Mi ratón Pedro.
Mi ratón Pedro vive conmigo, roe cartones, corretea y come cacahuetes.
A veces le cuento mis cosas y él me escucha mientras él hace las suyas.
Un día él empezó a contarme sus cosas y desde entonces no ha parado.
Ahora no duermo, no descanso y no como.
No sé que hacer hasta ahora lo he querido mucho pero quizá va siendo hora de separarnos.
Creía que un ratón no me podría decepcionar, no debí haber pensado que podría usarlo como clavo ardiendo al que agarrarme de las interrelaciones.