8.
Hola soy el abuelo de Antonio, en este punto de la historia se sentía muy agobiado y me pidió que narrara por él durante un rato.
Lo que pasó después de que Rafael lo coaccionara de esa manera es que Antonio se quedó paralizado, congelado, en un ataque de pánico permanente. Él no quería ceder a lo que Rafael le estaba pidiendo pero le daban miedo sus amenazas, no sabía de lo que sería capaz de hacer, realmente no lo conocía más que de una semana, y obviamente si estaba allí era porque tenía patologías. Lo que pasó es que este enorme ataque de pánico se traslado a todos los aspectos de su vida. Dejó de ir a los talleres, no bajaba al comedor, no fue a una cita que había programado con la trabajadora social en su despacho. Al ver que eso pasaba, las psicólogas fueron a hablar con él, le dijeron que habían pillado a Rafael intentando escaparse, que no se preocupara que él estaba seguro en la residencia y Rafael no le molestaría más. Pero Antonio seguía muy paralizado, en su mente todo era confusión, todo eso que la estaba pasando ya no sabía si era real o fruto de su psicósis. Entonces les dijo a la psicólogas que estaba muy confundido que por favor comprobaran lo que había pasado en la habitación el día de antes viendo lo que habían captado las cámaras de seguridad. Esas cámaras tenían sonido, por lo que las psicólogas pudieron oír la conversación que Antonio y Rafael habían tenido el día anterior. Después de eso no volvimos a saber más de él, la psicóloga nos dijo que lo habían relocalizado en otra planta del hospital, pero que no nos podían dar ninguna información con respecto a él por respeto a su privacidad. Después de eso Antonio tardó bastante en recuperarse, tuvo pesadillas muy frecuentemente, con que alguién le perseguía. Los esecenarios en los que se daban estas pesadillas podían canviar, a veces estaba en la calle, o en el transporte público y otras veces estaba dentro de una casa que no había visto nunca antes, o incluso dentro del hospital... cada vez que sentía que le iban a atrapar y ya no podía escapar, se despertaba angustiado. Le recomendaron que hiciera el máximo esfuerzo posible por recuperar las rutinas que tenía antes que pasara todo aquello, que se esforzara por ir a los talleres e ir a comer en su horario regular. Así lo hizo, cuando estaba en el comedor o en los talleres en los que había más gente de lo normal, veía imagenes de Rafael escondiéndose entre las personas. Después de dos semanas así, en las cuales no había sabido nada de él estas alucinaciones empezaron a desaparecer, y todo empezó a calmarse en su mundo interior.
Seguía con sus rutinas de ir a tallares e intentar estar lo más puntal posible en la cola del comedor; hablaba de vez en cuando con algún conocido de la residencia sin llegar a tener una real amistad con nadie, y por la tarde noche rercibía llamadas de familia y amigos.
Yo podía identificar muy bien cuando tenía ganas de hablar o no, a veces no teníamos nada que decirnos porque yo le llamaba todos los días, y simplemente nos quedábamos en silencio, hasta que él me decía “bueno abuelo voy a colgar”. Otras veces directamente, nada más descolgar el teléfono me decía abuelo hoy no tengo ganas de hablar. Las llamadas de Núria le ponían de muy buen humor y le daban mucha energía, pero sin duda las llamadas más especiales eran las de Julia Juliette. Un día Julia Juliette le llamó preguntándole cómo se encontraba, se podría decir que empezó como una llamado normal, pero tras hablar un poco de cómo les había ido a los dos la semana Julia le dijo que su tia le había llamado para decirle que podía ir a vivir a Portugal porque su casa de Lisboa se iba a quedar vacía. Julia le dijo que ya había tomado la decisión i que se iría en un mes para allá, ya que le interesaba mucho aprender de la cultura de allí, y le ofreció ir con ella. Antonio se puso muy nervioso, empezó a tartamudera diciéndole que claro que querría ir, pero que tenía que consultar la decisión con su abuelo y los médicos, y que no estaba seguro de si le dejarían. Cuando colgó el teléfono Antonio estaba temblando, y enseguida me llamó para contarme lo que había pasado. A mi me pareció una buena oportunidad para Antonio, ya que su estado de salud mental se había estabilizado bastante. Le dijo que que le parecía la opción de que le preguntara a su amiga si podía ir yo también con ellos, a lo mejor podría buscarme otro barato alojamiento dónde estar, pero que me gustaría darte acompañamiento así como también aprender de la cultura de allí. (he corregido hasta aquí, faltas y estructura gramatical)También le dije a Antonio que tendríamos que hablarlo los dos con la psiquiatra y la psicóloga, y ver qué opinion tenían ellas. Al día siguiente Antonio llamó a Juila y le dijo que estaría encantado de ir con ella a casa de su tia, pero que tendría que ser con una condición debido a su estado de ánimo, y que la condición era que tenía que viajar conmigo. Que yo podría alojarme en algun hostal barato o habitación que no estuviera muy lejos de nuestra zona. Julia le dijo que lo entendía, ya que sabía todo lo que le había estado pasando los últimos meses, y que había sido grave. Entonces aceptó, e incluso le dijo a Antonio que la casa de su tia era una casa grande con cuatro habitaciones, y que no habría problema con que yo me quedara con ellos. También hablamos con la psiquiatra y la psicóloga y nos dijeron que ya que el ingreso de Antonio había sido voluntario, y que a pesar de lo que había pasado con Rafael, durante el úlitmo mes Antonio se había estado encontrando bastante bien, así que en su opinión creían que era una buena idea.
Durante esa semana, Antonio también recibió la llamada de su amiga Nuria, durante todos estos meses habían estado en contacto y ella ya sabía la historia que de Rafael, y que ahora Antonio se estaba encontrando mucho mejor. Cuando Antonio le dio la noticia de que se marcahaba a Portugal/Brasil Nuria le dijo que se algreba por el pero que lo echaría de menos, y que le gustaría invitarlo a casa a comer antes de que se fuera, porque lo echaba mucho en falta.
Pasaron dos semanas hasta que Antonio definitivamente dejó la residencia, todo fue bien durante ese tiempo, así que no hubo ningún problema con la vuelta a casa. Cuando ya tenía las maletas preparadas para volver, pensó en todos los libros que su abuelo le había puesto dentro por si en algún momento le apetecía leerlos, y en el hecho de que porsupuesto que le había apetecido pero no había tenido la capacidad de concentración suficiente para hacerlo. Eso le entristecía muchísimo, también pensó en Rafael y en que no quería volver a verlo en su vida, no le deseaba nada, ni el bien ni el mal, sólo la no interacción eterna con él. Y así, Antonio volvió a ser mi compañero de piso durante un mes hasta que partieramos hacia portugal/brasil.
Ese mes nuestra tarea principal fue hacer los preparativos del viaje junto con Julia, el tiempo que ibamos a estar era bastante indefinido. Ella nos dijo que lo mínimo que a ella le parecía que valía la pena estar era un mes, ya que el viaje era largo y caro. Antonio y yo estábamos de acuerdo con ella en eso, y los tres acordamos que podríamos preparar la estancia para dos meses y que si nos apetecía volver a España antes o después lo podríamos hacer improvisadamente. Así que nos pusimos a hacer la maleta en seguida, cargados de ilusión y un poco de estrés pero sobre todo de esperanza. Necesitabamos olvidarnos un poco de todo lo que había estado pasando estos últimos meses, aprovechar las buenas oportunidades que el universo nos ofrecía para ver sitios y culturas nuevas del mundo. Y también porque no decirlo aprovechar la compañía de las buenas personas que hacían el bien desinteresadamente, que tan rara parecía de encontrar a veces.
Teníamos tres semenas para acabar con los preparativos y nos pasabamos los días investigando por internet los sitios que nos gustaría visitar, las cosas que nos interesaban de cada lugar, preguntándole a Julia por el tipo de ropa que debíamos poner en la maleta, si necesitabamos algo extra, cómo iban a ser los enchufes, dónde podríamos cambiar dinero etc. Un día Antonio se fue a visitar a Nuria, ya que no se habían visto en mucho tiempo debido al ingreso de Antonio en la residencia. Estaban comiendo, ella había preparado ensaladilla rusa, ratatouille, mini pizzas y de postre había fruta y flan hecho por ella. Antonio le encantó toda la comida y se sentía muy agradecido de que después de tanto tiempo y de tantas cosas que habían pasado y les habían distanciado, ella siempre seguía siendo tan genuina y buena amiga. La conversación era muy agradable sobre todo hablaron de los preparativos para el viaje de Antonio, Nuria se sentía muy contenta por su amigo después de todo lo que había pasado los últimos meses. Había estado viendo a su mejor amigo pasar por unos estados psicológicos y emocionales que eran demasiado duros. Muchas veces se preguntaba cómo hubiera reaccionado ella, si le hubiera pasado todo eso. Muchas veces intentaba imaginárselo pero se daba cuenta que no podía, entonces sentía que tenía que apoyar siempre con gran fuerza a su amiga porque fuera como fuera que se sintiera pasar por eso debía ser dificilísimo. Cuando acabaron de comer estaban bastante llenos, pero no podían perderse el cafelito de después de comer que les encantaba a los dos. Cuando se lo estaban tomando la conversación de los preparativos del viaje se había dado por terminada, y después de una cómodo silencio Nuria emepzó a contarle a Antonio que se había registrado en un curso que según le explico era para implementar estrategias en el día a día que te ayudaran a conserguir tus objetivos a corto plazo y un próposito de vida en general. Le explicó que estaba muy relacionado en comprender y conectar más con los demás y ser más asertivo. Y que durante un tiempo se había estado sientiendo vacía. Que aunque todo iba más o menos de acuerdo a como ella había planeado y en muchos momentos se sentía feliz por la pareja que tenía y su buena y sana relacion; y por la carrera que estaba desarrollando y la estabilidad que le daba, muchas veces sentía que su vida no tenía propósito, que no había una razón por la cual esforzarse por conseguir o mantener todas esas cosas.
Antonio se quedó un poco sorprendido de que su amiga hubiera tenido que recurrir a un curso pagado para aprender sobre estas cosas. No le extrañaba el hecho de que se sintiera así, sino que confiara en alguien que estaba cobrándole una cantidad de dinero bastante grande por enseñarle algo que él considerana que debía ser el camino interior de uno mismo. Él mismo algunas veces se había sentido así, pensó. Luego hizo una reflexión más y se dio cuenta que mayoría de veces que se había sentido perdidio en su vida, más que el sentimiento de no tener próposito era por el sentimiento de que todo estaba desbordantemente desordenado, y que le sobrepasaba de tal manera que no podía continuar, pero pocas veces se había sentido vacío como tal. Muy pocas veces, entonces se sintió afortunado, y al mismo tiempo muy triste por su amiga, porque pocas veces se había parado a pensar que él podría haberse sentido, estresado, ansioso paranóico, frustrado...pero siempre tenía motivos de esperanza, cosas simples que le daban alegría y que le satisfacían. Alguna que otra vez había sentido ese vacía del que podría estar hablando Nuria, pero muy pocas y había sido bastante horrible.
Él no le dijo nada a ella de todo lo que estaba pensando y de todas las reflexiones que le venían a la mente, a cerca del por qué él creía que ella se podría estar sientiendo así; o qué era lo que el consideraba que sería mejor para encontrar su propio camino hacia la alegría de vivir, la satisfacción, o como ella lo llamaba el próposito. Simplemente, dijo -Ah, lo comprendo, la vida a veces es un poco complicada de entender. Si alguna vez quieres hablar más profundamente de este tema del proóposito en concreto me lo puedes decir. Ella simplemente le contestó que por ahora le estaba yendo bastante bien con el curso, y que ahora mismo estaban en la parte de conexión con los demás y que para ello estaría bien que si Antonio quería le echara un vistazo a los módulos del curso, las ideas en las que se basaba etc. Antonio le contestó que le echaría un vistazo rápido pero que ahora estaba más enfocado en todas las cosas que podría aprender de una cultura tan rica como la brasileña, y también intentando aprender y ver con perspectiva todo lo que le había pasado los últimos meses y que aún estaba por asimilar. Ella contestó que lo comprendía y que cuando estuviera en brasil, le llamaría mucho por videollamada para que le enseñara y le contara todo lo que pudiero sobre el viaje.
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